El primer “silent tres” confeccionado en Cuba salió a escena después de dos años de experimentación y trabajo de lutieres e instrumentistas expertos en la ejecución del tres tradicional cubano.
La novedad consiste en la incorporación de un ecualizador de tres canales y, como micrófono, un sensor de barra bajo el puente que permite balancear los tonos, emulando los sonidos electrónicos emitidos a la sonoridad de los instrumentos acústicos.
El “silent tres Guayabo” —nombrado así por el grupo de lutieres que lo fabricara—, fue presentado por Frank Delgado durante uno de sus habituales conciertos en el Parque Metropolitano de La Habana, artista que solicitara la creación del instrumento tiempo atrás, ante el constante feedback del tres acústico en las presentaciones al aire libre.
El proyecto Guayabo, cuyos integrantes priorizan la personalización de los instrumentos en función de las necesidades de cada artista, trabaja mayormente con materiales reciclados. En el “silent tres”, utilizaron pino abeto procedente de puertas de más de setenta años de antigüedad y cedro recuperado de similar edad.
