El 24 de febrero último, la Oficina Artística Pablo Milanés, en colaboración con Artex y Bis Music, lanzó una Colección del legendario cantautor cubano que incluye 53 discos de audio numerados y ordenados cronológicamente, además de cinco DVDs. Toda una época tiene ya cifras definitivas: más de 600 canciones y siete horas de video en 50 álbumes.
Igualmente este año, Haydée Milanés ha lanzado el disco Amor, 11 temas de su padre interpretados a la vuelta de los años con un poderío sutil y devastadora elegancia.
Ambos gestos, a la vez que encapsulan más de cincuenta años de carrera artística, relanzan a Pablo, lo presentan aún como un jovenzuelo con melena afro, espejuelos redondos y esa suerte de sonrisa interminable. Lo mejor que hemos podido ser lo hemos sido en su voz. La trilogía más increíble del amor –Yolanda, Para vivir, El breve espacio…– le pertenece.
El público más heterogéneo ha abrevado en Pablo Milanés. Mientras no envejezca –y 2017 lo confirma–, todavía habrá para nosotros una oportunidad.
