Nuevos indicios apuntan a que el grafitero Banksy y el líder de Massive Attack, Robert del Naja, podrían ser la misma persona. Ya el periodista Craig Williams había comparado la coincidente aparición de grafitis del artista en el mismo momento y en las mismas ciudades en las que el grupo de hip hop ofrecía sus conciertos. Lugar donde tocaba Massive Attack, lugar en el que aparecía una pintada de Banksy sobre alguna pared.
Lo más reciente, en esa línea, ha sido un desliz de Dj Goldie, al que se le habría escapado que su “amigo Robert” es el grafitero incógnito: “Robert”, llegó a afirmar en lugar de Banksy, “le ha dado la vuelta al mundo del arte”. La respuesta de Del Naja -“Banksy somos todos”- tampoco disipa las dudas.
Just on the phone with #3d rolling around fucking pissing our pants 🤣😂🤣❤
— GOLDIE (@MRGOLDIE) 23 de junio de 2017
En fin que, como Superman o el Zorro, estaríamos ante un caballero con dos vidas dedicado a pintarle-cantarle las vergüenzas al mundo. Y, como Jekyll y Hyde, va a ser que un mismo tipo ha venido a ese mundo para revolucionar por partida doble la cultura urbana.
A esto, Deleuze y Guattari le habrían llamado un “devenir esquizo”. Pero no sé hasta qué punto el Antiedipo sirva para discernir algo en esta era de Facebook en la que, si bien Banksy no somos todos, esquizofrénicos sí lo somos.
Lo que si sé es que, de confirmarse esta sospecha, estaríamos ante un dos-en-uno difícil de igualar. Una doble ración de la mejor música urbana y del mejor arte urbano.
¿Quién es Robert del Naja? Un músico y grafitero surgido de Bristol que, tras pasar por el colectivo The Wild Bunch -en el que también estuvo, entre otros, Tricky- se puso al frente de una de las bandas más influyentes del cambio de siglo. (The Wild Bunch fue a la música contemporánea británica lo que la Escuela de Leipzig al arte contemporáneo alemán).
¿Quién es Banksy? Un enigma urbano que hizo del grafiti “otra cosa”. Porque Banksy no es Basquiat ni Keith Haring, quienes pintaban las paredes anticipándose al momento en que estas, por fin, mutarían en lienzos para las galerías.
Basquiat y Haring –apadrinados por Andy Warhol- alentaron durante un tiempo el deseo de ser conocidos (más allá incluso de los 15 minutos de fama prescritos por su padrino). Banksy, en cambio, nunca ha querido que lo reconozcamos.
Como diría Foucault de algunos escritores, él siempre ha pintado “para perder el rostro”.
Más allá de las polémicas con Robbo Team -otro monstruo del grafiti-, o de algún resbalón (no queda claro qué gana su obra en el Moma o en la Tate Gallery), Banksy ha dinamitado el núcleo duro del arte, con esa mezcla tan bien proporcionada entre agitprop, publicidad y poesía.
Podría decirse, incluso, que Banksy es al arte callejero lo que Thomas Pynchon a la novela. Aunque ambos, tan celosos de su identidad, lo que sí no han podido evitar es aparecer en algún capítulo de los Simpson´s, el inquebrantable canon occidental de este tiempo.
¿Es Banksy el líder de Massive Attack? ¿Asistimos al surgimiento de un nuevo Frankenstein llamado Banksive Attack?
Hay cosas que pasan en esta vida mucho más improbables, desde luego. Esta, sin duda, es posible. Y para muchos, sobre todo, sería una noticia deseable.