No hay ninguna ironía en este título. El Libro verde del Motorista Negro, era una guía anual para choferes afroamericanos. Y fue publicada en los Estados Unidos entre 1936 y 1966 por un cartero de Nueva York, llamado Victor Hugo Green.
Aunque la discriminación racial y la pobreza limitaban las posibilidades de que los afroamericanos adquiriesen automóviles, la emergente clase media negra compró carros tan pronto como pudo. Eran personas conscientes de que durante sus viajes por la geografía americana tendrían que enfrentar una marejada de peligros e inconvenientes, entre los que cabe citar como males menores, la negativa de comida en los restaurantes, de alojamiento en los hoteles y el arresto arbitrario.
La primera edición del Libro verde solo contenía información sobre Nueva York. Luego Green expandió el alcance de su guía hasta cubrir la mayor parte de los Estados Unidos, y partes de Canadá, México, el Caribe y las Bermudas. Al principio el Libro verde se vendió a 25 centavos, y su precio llegó al $ 1.25 en 1957. Tras el creciente éxito del libro, Green dejó el servicio de correos y contrató a un pequeño grupo de editores que trabajó en una oficina en Harlem.
Desde las 10 páginas de su primera edición, en 1949 el Libro verde llegó a tener más de 80. En palabras de Green el propósito del Libro verde era «dar al viajero negro información que le impida encontrarse con situaciones embarazozas y hacer su viaje más placentero».
Por entonces solo admitián clientes negros el 6 % de los moteles de la ruta 66. Y en todo el estado de New Hampshire, solo tres moteles los aceptaban.
Hojeando un ejemplar de la edición de 1949 descubro que solo un restaurante chino recibía clientes negros en Nueva York. Vale decir que estaba en el 1723 de Ámsterdam Avenue, en un barrio históricamente afroamericano. En consecuencia el Libro verde se convirtió en una herramienta imprescindible para encontrar lugares donde alimentarse, descansar, echar gasolina o satisfacer los deseos de comer un arroz frito.
Incluso los diplomáticos negros acreditados en los Estados Unidos fueron víctimas de la situación. A Komla Agbeli Gbedemah, ministro de finanzas de Ghana, le fue negado el servicio en un restaurante, mientras viajaba a la capital del país. Había pedido un jugo de naranja y la camarera le explicó que no podría beberlo dentro del local debido al color de su piel. El agravio provocó un incidente internacional y el presidente Eisenhower reaccionó invitando a Gbedemah a desayunar en la Casa Blanca. Unos años después los repetidos incidentes de discriminación contra diplomáticos de raza negra, llevaron al presidente Kennedy a abrir una «Sección de Servicios de Protocolo Especial» para asesorar a los negros diplomáticos en situaciones como la antes citada.
En casi todas las historias absurdas, los personajes implicados sueñan, y necesitan referirse a un futuro promisorio en que todo cambiará. Green también tuvo un sueño y lo manifestó en uno de los titulares de su guía:
«habrá un día en algún momento en un futuro cercano, en que esta guía no tendrá que ser publicada. Será en el momento en que, como raza, tengamos iguales oportunidades y privilegios en los Estados Unidos. Será un gran día para nosotros aquel en que podamos cerrar esta publicación.»
El libro dejó de publicarse en 1966 después de que la Ley de Derechos Civiles de 1964 prohibiese la discriminación racial en los establecimientos públicos.
En el presente los ejemplares que aún se conservan del Libro verde han adquirido un alto valor entre los coleccionistas. Tal es así que un ejemplar de la edición de 1941 fue vendido en subasta en marzo de 2015 por $22.500.