Una gran coherencia y consecuencia ha demostrado Haydée Milanés durante sus 15 años de carrera. La cantante asegura que ella tiene un propósito muy bien definido en la música cubana y no cambiará el destino que se ha trazado, aunque eso implique no llegar al estrellato tal y como como se entiende en una zona de la industria musical.
“Para nadie es un secreto que en estos tiempos una puede llegar más rápido al estrellato si de pronto vende una imagen más sexy o comercial, pero puedes el perder público que te seguía cuando hacías una música diferente. Pero ese estrellato es efímero. No estoy en contra de la música comercial, porque también hay trabajos muy bien hechos que van en ese sentido. Yo, por mi lado, estoy buscando una carrera de resistencia, en la que mi presencia en la música cubana deje una huella”, afirmó a Zafra Media la cantante, que ha grabado más de ocho discos y ha tocado con relevantes figuras de la escena internacional.
Haydée ya ha encontrado la trascendencia. Lo ha hecho tras un primer momento en que trató por todas las vías de alejarse de la leyenda de su padre, Pablo Milanés. “Cuando comencé era una artista rebelde, estaba tratando de que me pudiera identificar por mí misma y no por ser hija de mi padre. Tanto que mi primer disco se llamó Haydée, así, a secas”.
La autora de Libélula ya hizo las pases con sus raíces, es decir, con ella misma, y ha puesto en pie una carrera que la coloca entre las principales cantantes y compositoras cubanas de la última década. “A estas alturas ya puedo decir que mi padre es una de mis grandes influencias, y realmente me ha apoyado mucho en mi carrera junto a otras figuras como Marta Valdés. Él siempre ha estado muy atento a mi trabajo, pero no me ha tratado de imponer ningún camino específico”.
A las puertas de dos nuevos conciertos
Su enorme vitalidad, ganas de aprender y conquistar nuevos territorios ha llevado a Haydée a varios escenarios internacionales y a actuar en festivales como el celebrado en el Kennedy Center de Washington, dedicado a las artes de Cuba. Ahora le cursaron una invitación para participar en el Festival Internacional Boleros de Oro en La Habana.
“Tenía muchos deseos de participar en este evento porque hace un tiempo estoy haciendo boleros. Siempre incluí el bolero en mis repertorios. Me he identificado mucho con el bolero y el filin. Con el disco de Marta (Valdés) lo hice de forma más oficial pues la mayoría de las canciones son boleros. Es un género con el que me siento muy cómoda. Hay muchas compositoras cubanas desconocidas como Ela O’Farril y me siento en la obligación de rescatar sus canciones para que todos las conozcan”.
En el festival, Haydée ofrecerá dos conciertos mañana miércoles a las 7:00 p.m. y a las 9:00 p.m. en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes donde tendrá como invitado al pianista Cucurucho Valdés.
“Es un trabajo que no se hacía desde hace años en Cuba y que me parece interesante porque antes era muy habitual. De pronto se perdió la costumbre de ofrecer dos conciertos el mismo día, pero esos programas fuera de Cuba se siguen haciendo. Me dieron la opción de presentarme en el patio de Bellas Artes pero se podía perder un poco la intimidad que requiere el bolero. Es un reto esos dos conciertos juntos pero realmente me gustaría volver a imponer esa práctica”, comentó.
En el concierto defenderá un repertorio construido con obras de cantantes que han definido una época en la historia de la música cubana como de su padre, Pablo Milanés, así como Marta Valdés, Ela O’Farril, Cesar Portillo de La Luz, y José Antonio Méndez. “Interpretaré grandes autoras y autores de la música cubana y de México. Estarán algunos de los temas que he grabado, otros que he cantado o estoy montando para este concierto”.
Haydée tiene en su horizonte inmediato su nuevo disco Amor Deluxe. En el álbum ha hecho dúos con Fito Páez, Lila Downs, Ibeyi, Omara Portuondo, Pancho Céspedes y Julieta Venegas, entre otros. Es el segundo álbum que publicará con temas de Pablo Milanés tras la presentación el pasado año del disco Amor, a teatro lleno en el Karl Marx de La Habana.
La cantante tiene entre sus propósitos pendientes organizar una peña habitual en La Habana; sin embargo, no encuentra el lugar que reúna los requisitos para presentar su música.
“No hay muchos lugares para presentar la música que yo hago y deberían abrir más sitios para que los artistas puedan actuar. Ahora mismo no encuentro un lugar para la música que yo hago y los que hay no tienen que ver con mi perfil. Hay sitios donde uno canta y luego ponen reguetón y confunde al público. Faltan conceptos tanto en los sitios del estado como privados”.
La hija de Pablo pertenece a una generación de cantantes que alcanzó resonancia a partir de la entrada del nuevo siglo. Haydée explica que varias de estas intérpretes, a pesar de tener cosas que decir, tratan de parecerse a las artistas estadounidenses.
“Hay cantantes jóvenes que tienen una falta de identidad muy grande porque quieren parecerse a las cantantes norteamericanas en vez de buscar su propio estilo. Ellas tienen cosas que decir pero tienen que encontrarse. Yo tengo temas que tratar como mujer, como artista, y para eso tengo que decirlo con mi propio estilo. Tenemos unas que tienen un valor y es importante defender”.