Después del concierto de los Rolling Stones los seguidores del rock and roll pensaron, como era casi obvio, que había llegado el momento definitivo para que todas las grandes bandas internacionales, esas que descansan en la memoria musical de miles de cubanos de todas las generaciones, se animaran de una vez a visitar la isla. Pero con la llegada de Trump a la Casa Blanca y las restricciones sobre los viajes de estadounidenses a la isla, el mapa ha cambiado radicalmente. No son pocas las alineaciones que se han bajado del carro de los conciertos en Cuba, pero, por fortuna para los rockers de ley, Red Hot Chili Peppers sigue en liza y se dispone a luchar contra los pronósticos con un posible concierto en Cuba que llevan cocinando desde hace dos años.
El guitarrista de la alineación californiana, Josh Klinghoffer, quien relevó al incombustible John Frusciante en la guitarra, fue el primero que anunció las intenciones de la banda en tocar en la isla durante el viaje que realizó a La Habana en 2015. Y destapó el sueño y el furor de miles de cubanos que comenzaron a pensar en serio en un show de los Red Hot en La Habana. Tras un periodo de silencio, Klinghoffer volvió a aterrizar en la capital cubana donde dio parte de los preparativos del espectáculo. O sea dejo ver que la idea del show no había ido a parar al congelador y por tanto, se mantenían los contactos correspondientes del equipo de Red Hot con las autoridades locales. Y los rockers, entonces, respiraron aliviados.
Red Hot, no obstante, no la tiene fácil. La escudería está tratando de sortear el grupo de medidas dictadas por el gobierno de Trump que imponen requisitos casi infranqueables para un concierto de una banda estadounidense en Cuba. Si bien algunos auguran un mal pronóstico para la posible presentación de los californianos en Cuba, la banda y las instituciones locales mantienen conversaciones para que pueda realizarse este concierto tan esperado por legiones de cubanos, que desde la adolescencia escuchaban estas canciones que todavía provocan un subidón de energía con el que parece que puedes llegar a comerte el mundo. Si no, escuché Blood Sugar Sex Magic y verá que, tras una la primera oída, no se puede dejar títere con cabeza.
Red Hot Chili Peppers es una das alineaciones más respetadas de la movida alternativa de años 90 en Estados Unidos. Ha alcanzado la categoría de grupo de culto con discos del calibre de Mother’s milk (1989), Blood sugar sex magik (1991), y Californication (1999), En sus canciones, cómo no, está escrita una parte decisiva del rock and roll de las últimas tres décadas. Y los cubanos ya levantan las manos con los dedos en V para exigirle al dios del rock and roll que ponga toda la carne en el asador para que los Red Hot acaben de debutar definitivamente en La Habana.